"ÁMENSE LOS UNOS A LOS OTROS"

viernes, 30 de noviembre de 2012

“LEVANTEN LA CABEZA”.

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Querido/a Amigo/a:

Te envío un breve comentario sobre el evangelio de este PRIMER DOMINGO de ADVIENTO:

“LEVANTEN LA CABEZA”.
La reflexión, como siempre, es sólo una sugerencia inicial, para que se pueda elaborar un comentario colectivo, con la experiencia y la reflexión de cada uno. Cada uno puede intervenir y aportar, si quiere y cuando quiere, sus opiniones y reflexiones, que luego serán enviadas a todo el grupo.
Abajo el aporte-retorno sobre el evangelio del domingo pasado:
“YO SOY EL REY”.
                                          Un abrazo...P. Bernardino

                                            "LEVANTEN LA CABEZA"                       

Una mirada negativa sobre el mundo de hoy podría inducirnos a un profundo pesimismo: un sistema mundial económico y financiero injusto y explotador, una grave crisis de valores que den sentido a la vida y a la convivencia, un estado de guerra y violencia en muchos países, una explotación salvaje de los recursos naturales que contamina y pone en riesgo la misma continuidad de la vida humana sobre la tierra; y todo esto con una fuerte sensación de frustración e impotencia, “que nada puede cambiar”.

La palabra de Jesús nos invita a levantar la cabeza. Leemos en el evangelio de san Lucas 21, 25-28. 34-36:

Jesús dijo a sus discípulos: “Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. Los hombres desfallecerán de miedo ante la expectativa de lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán. Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación. Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra. Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre”.
                                PALABRA del SEÑOR

Con un lenguaje impactante...
tomado de las imágenes apocalípticas de los profetas del Antiguo Testamento, Jesús anuncia la caída de la ciudad de Jerusalén y la destrucción del Templo. La construcción maciza y majestuosa del Templo es el símbolo del poder de los sumos sacerdotes, de los ancianos, y de los escribas y fariseos. Representa todo un sistema de dominación y explotación del pueblo, que se opone a la propuesta de fraternidad y justicia que ofrece Jesús. Son dos mundos opuestos. En el conflicto entre ellos, se manifiesta la lucha permanente entre el bien y el mal.

 El Templo parece tan bien construido y sólido, en condición de enfrentar todas las adversidades. Y el camino de Jesús parece tan frágil y precario. Lo mismo se da en la historia: el poder del mal, de la corrupción y la violencia, de la dominación y la ambición, parece invencible. Y la búsqueda del bien y la justicia tantas veces es humillada y aplastada. Con símbolos cósmicos horrorosos, Jesús asegura que el mundo del mal representado por el Templo y Jerusalén se viene abajo desastrosamente: “Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. Los hombres desfallecerán de miedo ante la expectativa de lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán”. Con estas imágenes, que parecen anunciar el fin del mundo, se dramatiza el fin de ese mundo injusto y violento.

La victoria es del Resucitado...
del Hombre pleno y verdadero: “Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria”. Es un mensaje de esperanza, para decir que seguir a Jesús, el Crucificado Resucitado, y trabajar por la construcción de otro mundo, justo y fraterno, es lo que vale la pena, lo que permanece, aunque cueste sacrificio y sufrimiento, humillación y cruz. Justo esos signos que sacuden la sociedad, no son signos de muerte, sino de vida: “Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación”. La liberación es el Reino de Dios que viene y triunfa, también dentro de la historia. Todos los absolutismos y fundamentalismos, todos los sistemas de dominación e intolerancia, están destinados a caer. Los discípulos podrán levantar la cabeza, no más “encorvados” bajo el peso del mal.
Y para participar en este mundo nuevo...
Lucas recuerda una exhortación de Jesús, muy probablemente necesaria para la comunidad: “Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos y la embriaguez”. Por algo será que el evangelio subraya estos peligros. Pero hay una actitud más peligrosa todavía, que puede igualmente desviar a muchos del camino: “las preocupaciones de la vida”. Nadie puede prescindir de “las preocupaciones de la vida”, como si estuviera participando ya definitivamente del Reino de Dios, o descargándolas sobre los demás. Pero “las preocupaciones de la vida” pueden instalarse en el corazón de una persona al punto de ocuparlo totalmente, haciéndole perder el centro, la adhesión al Señor. Se trata de una buena persona, tierra buena según la parábola, que acoge con alegría la semilla de la Palabra, que brota en seguida; pero luego es ahogada por las espinas, “las preocupaciones de la vida”.Frente a este peligro, Jesús propone una actitud de defensa permanente, la vigilancia, para no dejarse arrastrar improvisamente, “para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes como una trampa”; una resistencia en la oración, para ir conformándose progresivamente al proyecto de Dios: “oren incesantemente”, en un diálogo constante con Dios, amor fiel, que no nos abandona a la ruina del viejo mundo, “para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir”.


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LECTIO DOMINGO 25 de NOVIEMBRE
"YO SOY REY"

 


El diálogo de Jesús y Pilato, me permite evaluar y corregir, qué tipo de comunicación realizo en el día a día con las personas y cosas con las que me encuentro. Cuánto es de preguntas y respuestas, de roces, de dar pié a simples “comentarios”, de conseguir mi objetivo, y cuánto de un contacto directo de amor con el otro, que me permite conocerlo más, corregir, ayudar, apoyarlo; también caminar y crecer juntos, trabajar en equipo a la luz del evangelio.
En relación a la denominación de “rey”, me aterriza en la misión de Jesús tan bien expresada: “Para esto nací, para esto vine al mundo, para ser testigo de la Verdad”. Verdad que es la misma vida y hechos de Jesús. Y también me aterriza en mi misión. Es una invitación a continuar viviendo en el servicio con amor, alegría y esperanza, a mi prójimo, familia, amigos, vecinos, viendo a Dios en ellos; servicio a la luz de la Palabra. Ahora, aprendiendo a caminar en el discipulado a Jesús, camino que no hago sola, sino en la familia – Iglesia viva – que somos en Cristo Jesús.

Vero, Santiago – Chile


* * *
Es evidente que muchos sacerdotes y obispos en el pasado y presente sólo atribuyen a Jesús actitudes solamente religiosas, sin embargo en el evangelio de Juan se muestra una actitud diferente: acepta ser Rey, pero no del mundo de la injusticia, la opresión, del terror y de la manipulación del imperio romano que en ese tiempo explotaba a los pobres, saqueaba sus recursos naturales y crucificaba a quienes se oponían a ese sistema. Los judíos hacen ver a Pilato que Jesús se opone al Cesar y que es enemigo de los romanos por que se asocia con quienes hablan de justicia social y el responde: “He venido al mundo: para dar testimonio de la verdad”. Actualmente hay reyes y gobernantes que no sirven al pueblo, destruyen la naturaleza sólo para cubrir sus intereses y se asocian con quienes ven a la cultura de la muerte como un recurso para enriquecerse. Ese tipo de reino es el que nos aleja de la propuesta de Jesús, un Reino de la Verdad.

Francisco, Oruro – Bolivia


* * *
“Para dar testimonio de la verdad”. Simple testimonio, humilde. Sin imponer nada. Sin hogueras e inquisición. Sin arrogancia. Ofreciendo el testimonio de la vida.

Pedro, Cochabamba – Bolivia


 

viernes, 23 de noviembre de 2012

“YO SOY REY”.

Querido/a Amigo/a:

Te envío un breve comentario sobre el evangelio de este domingo:
“YO SOY REY”.
La reflexión, como siempre, es sólo una sugerencia inicial, para que se pueda elaborar un comentario colectivo, con la experiencia y la reflexión de cada uno. Cada uno puede intervenir y aportar, si quiere y cuando quiere, sus opiniones y reflexiones, que luego serán enviadas a todo el grupo.
Abajo un aporte-retorno sobre el evangelio del domingo pasado: 
“EL FIN ESTA CERCA".
Un abrazo. Bernardino



                                 "YO SOY EL REY"                            
Es interesante ver la enorme cantidad de dinero que se gasta en las competencias electorales, para llegar a ser presidente de un país, jede del gobierno, o intendente, gobernador, alcalde, etc. Y siempre con el objetivo de “servir al pueblo”. En realidad son muchas las motivaciones que se esconden detrás de este objetivo, y no siempre inocentes y limpias.Reconocer a Jesús como rey, nos orienta a otras actitudes. 


 Leemos en el evangelio de san Juan 18, 33-37                
Pilato llamó a Jesús y le preguntó:“¿Eres tú el rey de los judíos?”. Jesús le respondió: “¿Dices esto por ti mismo u otros te lo han dicho de mí?”. Pilato replicó: “¿Acaso yo soy judío? Tus compatriotas y los sumos sacerdotes te han puesto en mis manos. ¿Qué es lo que has hecho?”.
Jesús respondió: “Mi realeza no es de este mundo. Si mi realeza fuera de este mundo, los que están a mi servicio habrían combatido para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi realeza no es de aquí”. Pilato le dijo: “¿Entonces tú eres rey?”. Jesús respondió: “Tú lo dices: yo soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad: El que es de la verdad, escucha mi voz”.

PALABRA del SEÑOR



Las autoridades religiosas...
de Jerusalén han puesto a Jesús en las manos del procurador romano Poncio Pilato, representante del emperador, con la esperanza que él ratifique y ejecute la condena a muerte de Jesús. La acusación que presentan es que él ha pretendido ser rey. Es una denuncia a que la autoridad romana tiene que ser muy sensible, por el potencial subversivo que puede tener esa pretensión.
Pilato interroga personalmente...

a Jesús: “¿Eres tú el rey de los judíos?”. No le interesa la persona del acusado, o las teorías religiosas de los acusadores. Es un juez muy pragmático, y quiere conocer los hechos concretos: “¿Qué es lo que has hecho?”
Jesús responde explicando la naturaleza de su realeza, y su explicación no sirve solamente para Pilato, que no puede entender, sino para todos los discípulos que lo acogerán como rey: “Mi realeza no es de este mundo”.




Jesús ya había dicho...
rechazando las ambiciones de los discípulos que buscaban los primeros puestos, que los poderosos “de este mundo” dominan al pueblo y se hacen servir. La realeza de Jesús no sigue esa lógica. Los reyes “de este mundo” usan la fuerza para protegerse a sí mismos y para defender su poder. La realeza de Jesús renuncia a la fuerza y a la violencia. Jesús es un rey diferente: no ha venido para ser servido sino para servir y dar su vida. No le hace ninguna competencia al emperador ni a las autoridades religiosas. Vacía de sentido su ambición, su arrogancia y su lucha por el poder. Su realeza no es “de este mundo”, pero él quiere cambiar este mundo, enseñando con palabras y obras un camino de solidaridad, de justicia y amor, para la construcción de un mundo nuevo. Su trono será la cruz, en una actitud de entrega total, abrazando a la humanidad entera.



Declara abiertamente: “Yo soy rey”.
Revindica para sí este título, conocido en la tradición mesiánica de Israel que esperaba a un mesías glorioso que ocuparía el trono de David, pero le cambia totalmente el sentido: “Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad”.Ha venido al mundo para manifestar la verdad sobre Dios: no un Dios lejano, poderoso, inalcanzable, juez implacable y castigador, sino un Dios que es Padre, que tanto amó al mundo que le entregó a su Hijo, que se hizo cercano al hombre en la persona de Jesús, el primogénito entre muchos hermanos; y para manifestar la verdad sobre el hombre, que es plenamente tal cuando se abre al amor, a la misericordia, al perdón, reproduciendo en sí mismo los rasgos del Padre. De esa manera participa a la realeza de Jesús, escucha su voz y lo sigue. Jesús es el rey buen pastor, que conoce a sus ovejas y las llama a cada una por su nombre, las cuida y las protege, las alimenta, y da su vida por ellas.






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LECTIO DOMINGO 18 de NOVIEMBRE

                                   "EL FIN ESTA CERCA"                         


El fin de la oscuridad, el reinado de la luz. Los velos caerán de los falsos profetas... de las instituciones corruptas. Solo las almas nobles, humildes y agradecidas podrán trascender la carne, transmutar y finalmente unirse en el único amor divino desde donde todos hemos venido.
Isabel, Citybell – Argentina


* * *
No hay que ver ese momento con pesimismo, sino más bien con esperanza de que se vienen tiempos mejores. Él va a venir y él nos quiere tanto que no hay que verlo como un fin, más bien una prolongación de la felicidad que vivimos cuando estamos con él acá en la tierra, con su palabra, siguiendo su doctrina, aunque, ¡cuánto cuesta! Yo lo veo con mucha esperanza: “Es el buen vivir que importa, y no pensar en el buen morir”.
Fernando Marcelo, Oruro – Bolivia


* * *
Pienso que la sabiduría de Jesús no hablaba de sucesos tan lejanos como un fin de era o el fin del mundo; más bien creo que llamaba a reflexionar sobre la vida de cada uno para el cambio en la sociedad. Hablaba sobre la realidad que siente un ser humano normal ante el transcurso de su propia existencia. El hermoso verano, cuando todo florece: la familia, la salud, el trabajo, los espacios de lucha por un mundo mejor, la fuerza para enfrentar las injusticias y las posibilidades en general.

La hora del cataclismo: cuando no se ha trabajado suficiente para dejar una buena huella en el mundo y más bien se ha acumulado material que da pena abandonar. La presencia del final, de la oscuridad, hace temblar a cualquiera, rico, pobre, sabio o necio, especialmente si no cree firmemente en que este mundo sólo es un camino que naturalmente todos debemos recorrer de principio a fin. Cuando el momento se acerca, se siente al Creador, se lo percibe, se analiza el recorrido y se valora el aporte que se ha hecho, o no, al mundo que se deja para los seres queridos. Entonces, se siente la presencia de los ángeles y de los demonios; se reconoce a los verdaderos amigos, se pone en su justa dimensión lo material y lo espiritual, se arrepiente de no haber dicho o hecho tantas cosas, de no haber proclamado el Reino de justicia con vehemencia para que alguna estrella no deje de brillar y alumbre estos momentos. El sol se apaga porque hemos interrumpido su luz en algún momento, al no apoyar la verdad y a quienes la proclaman; y ese sentimiento de impotencia, de imposibilidad de volver a tener la oportunidad, es la noche más oscura.
Es cierto que cada uno puede interpretar la Palabra como pueda y es muy falso que alguien sepa exactamente lo que Jesús quiso decir. Por eso es bueno escuchar, reflexionar y actuar en nuestro verano sin dañar estrellas y sin ponernos sombras que nos oscurezcan el minuto final.

Susana, Oruro – Bolivia


* * *
Se puede entender que el mensaje del evangelio, que en esta ocasión anuncia tantas tragedias, está dirigido no sólo a los cristianos sino también a los sistemas de opresión que existen en el mundo y a todos quienes quisiéramos cambiar nuestras rutinas de encerrarnos en un templo y olvidarnos de lo que ocurre en nuestro alrededor. Es imposible entender que se maten niños inocentes, que continúe la fabricación de armas, que en algunos países se comercializan muy fácilmente y producto de ello durante los bombardeos que ocurren a pueblos enteros el sol se oscurece, los niños, ancianos, mujeres sufren hambre y del cielo caen esquirlas producto de las bombas. Parece muy lejano el día de la esperanza que Jesús nos ofrece, para construir un reino de justicia, derecho y solidaridad; sin embargo su construcción depende de cada granito de mostaza que todos podemos aportar.

Francisco de Oruro – Bolivia
 



jueves, 15 de noviembre de 2012

“EL FIN ESTA CERCA”.

Querido/a Amigo/a:
Te envío un breve comentario sobre el evangelio de este domingo:
 “EL FIN ESTA CERCA”.
La reflexión, como siempre, es sólo una sugerencia inicial, para que se pueda elaborar un comentario colectivo, con la experiencia y la reflexión de cada uno. Cada uno puede intervenir y aportar, si quiere y cuando quiere, sus opiniones y reflexiones, que luego serán enviadas a todo el grupo.
Abajo un aporte-retorno sobre el evangelio del domingo pasado:
“DOS PEQUEÑAS MONEDAS”.
                                                  Un abrazo.Bernardino
                                            

                                               "EL FIN ESTA CERCA"                                          

Terremotos, inundaciones, huracanes, sequías, cambio climático, conflictos, profecías, calendarios, los mismos mensajes de esperanza que encontramos en la Biblia, muchas veces son interpretados como anuncios del fin del mundo, que sería inminente.

Una mirada diferente encontramos en el evangelio de san Marcos 13, 24-32
Jesús dijo a sus discípulos: “En aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna dejará de brillar, las estrellas caerán del cielo y los astros se conmoverán. Y se verá al Hijo del hombre venir sobre las nubes, lleno de poder y de gloría. Y él enviará a los ángeles para que congreguen a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del horizonte. Aprendan esta comparación, tomada de la higuera: cuando sus ramas se hacen flexibles y brotan las hojas, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano. Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el fin está cerca, a la puerta. Les aseguro que no pasará esta generación, sin que suceda todo esto. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. En cuanto a ese día y a la hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, nadie sino el Padre”.

PALABRA del SEÑOR

 

Con imágenes poderosas...
tomadas de la literatura apocalíptica, Jesús, en los últimos días de su vida, transmite a sus discípulos una certeza fundamental: a pesar de las apariencias, en que parece que el mal va a vencer sobre el bien, en realidad la victoria definitiva será del bien.

El lenguaje de este texto del evangelio de san Marcos no es fácil de comprender. Ya el profeta Isaías, para anunciar la caída de Babilonia, considerada el imperio del mal, había usado imágenes impresionantes: “Las estrellas del cielo y sus constelaciones no alumbrarán más, el sol se oscurecerá desde que aparece, y la luna no enviará más su luz” (13, 10). Y para indicar la derrota de Nabucodonosor, rey de Babilonia, había dicho: “¿Cómo caíste desde el cielo, estrella brillante, hijo de la Aurora?” (14, 12). Evidentemente el profeta no anunciaba un cataclismo cósmico, como si realmente se apagaran el sol y la luna, y se cayeran las estrellas. Usaba esas imágenes para describir un cambio fundamental de la historia. Lo mismo cuando anuncia el fin del reino de Edom: “Los cielos se enrollan como papel, y el ejército de los astros se marchita como el follaje de la vid” (34, 4). No habla del fin del mundo, sino del fin de un mundo, y de una nueva época en la historia. Imágenes parecidas encontramos en Apocalipsis, para describir el poder amenazador del mal, que será vencido por la acción liberadora de Jesús: “Apareció en el cielo otra señal: un gran dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos, y en las cabezas siete diademas. Su cola barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó a la tierra” (12, 3-4).

Jesús usa las mismas imágenes...

para decir que el sistema de poder y opresión, representado por Jerusalén y el templo, está destinado a la ruina: “En aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna dejará de brillar, las estrellas caerán del cielo y los astros se conmoverán”. No es que toda la creación entrará en un caos terrible. Con este lenguaje Jesús quiere fortalecer la fe de los discípulos, asegurando que ese mundo hostil, que lleva a la muerte al mismo Jesús, y como Jesús, a muchos de los que luchan por la justicia y el bien de todos, se oscurecerá, será derrotado, para dar paso al reinado de Dios, un reino de fraternidad y de paz. Jesús, el vencido en la cruz, se manifestará como el glorioso vencedor del mal y de la muerte, la nueva humanidad. Así será siempre, en el perenne conflicto entre el bien y el mal.
Cumpliendo con la profecía de Caifás, como nos relata el evangelio de san Juan, Jesús ha muerto “para reunir en la unidad a los hijos de Dios dispersos”. La comunidad del Resucitado será integrada por discípulos de todas las razas y naciones, “desde los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del horizonte”. Ningún pueblo excluido: todos convocados para compartir la gran aventura de la realización del Reino de Dios.Y para indicar la transición de un mundo a otro, Jesús usa una delicadísima imagen: “Aprendan esta comparación, tomada de la higuera: cuando sus ramas se hacen flexibles y brotan las hojas, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano. Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el fin está cerca, a la puerta”. Primeras tiernas hojitas de higuera en la primavera, como anuncio esperanzador de que el invierno, el frío, la muerte, serán vencidos, y “se acerca el verano”, promesa de vida nueva, de fecundidad y lozanía.
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LECTIO DOMINGO 11 de NOVIEMBRE

     "DOS PEQUEÑAS MONEDAS"             




La tierra está llena de escribas y fariseos postmodernos. Los sufrimos todos los días y muy poco podemos hacer para desenmascararlos. Felizmente existen seres como la viuda, que tienen una capacidad ilimitada para amar y dar todo lo que tienen.
 Liz, Oruro – Bolivia



* * *
Sin duda la actitud de esta humilde mujer fue un gran ejemplo de entrega y confianza en Dios en esa época, pero yo diría que también lo es para esta época, donde el tema material tiene significativa importancia en todos los ámbitos, incluso en las comunidades rurales, donde ahora todos trabajan principalmente para tener un carro, una casa en la ciudad y para ello no importa si uno se alimenta bien o no. Entonces realmente creo que estamos peor que todos esos ricos de la época de Jesús, ya que incluso muy pocas son las personas capaces de dar algo por otra persona.

El individualismo está creciendo cada vez más, los valores de la solidaridad se van perdiendo cada vez más. Entonces ahora debemos trabajar desde nuestras casas, con nuestros niños, el fomento a los valores, y que luego estos no se los pierda en la escuela.


 Judith, Oruro – Bolivia

* * *
Para mí lo realmente importante, es ser yo misma, a los ojos del Señor y saber que él habita en mi corazón, que me conoce mejor que yo, y a él, no lo puedo engañar. Ante él me presentaré al final de mi vida, para dar cuenta, de mi calidad de amar en este mundo. Lo importante es darnos cuenta, qué mundo queremos para nosotros y ahí elegimos.


 María Teresa, Santiago – Chile

* * *
¡Qué foto interesante! De un lado los maestros de la ley, con sus “largas vestiduras”, en “los primeros asientos”, “que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas ora­ciones”; y por otro lado una verdadera maestra, laica, mujer, viuda, pobre, que da todo lo que tiene para vivir.

No es una foto tan antigua. Yo la veo todos los días en mi iglesia. Hemos reproducido todos los defectos de la sinagoga, contra los cuales Jesús luchó y que le causaron la muerte…


 Yolanda, Oruro – Bolivia


* * *
P. Alberto Hurtado decía que donar es "dar hasta que duela", sentir en nosotros mismos la importancia del dar y el recibir, porque si tenemos salud es que alguien nos la está dando. Posiblemente desde nuestra mirada no lo veamos así. Quiero reflexionar con esto, que todos recibimos. Alguien nos dona todo lo que tenemos. Pero ahí está la situación: ¿estamos listos para reconocer y valorar estas donaciones, como para que nosotros seamos parte de la cadena del dar y recibir? Siento que nos falta mucho. Como la viuda que entregaba sus dos monedas, deberíamos todos pensar en dar no lo que sobra, sino lo mejor que podamos de lo que tenemos, pensando en los que lo recibirán y en la alegría que pondremos en ellos. 

Carmen Janeth, Oruro – Bolivia

viernes, 9 de noviembre de 2012

“DOS PEQUEÑAS MONEDAS”.

Querido/a Amigo/a:

Te envío un breve comentario sobre el evangelio de este domingo:
“DOS PEQUEÑAS MONEDAS”.
La reflexión, como siempre, es sólo una sugerencia inicial, para que se pueda elaborar un comentario colectivo, con la experiencia y la reflexión de cada uno. Cada uno puede intervenir y aportar, si quiere y cuando quiere, sus opiniones y reflexiones, que luego serán enviadas a todo el grupo.
ABAJO siempre el aporte-retorno sobre el evangelio del domingo pasado:
“TÚ NO ESTÁS LEJOS”.

Saludos... P. BERNARDINO



                   "DOS PEQUEÑAS MONEDAS"                    

Hay personas que creen construir las condiciones para su propia felicidad, acumulando riqueza y poder. Otras personas han descubierto que la felicidad verdadera pasa por la capacidad de donar y de donarse.

 Leemos en el evangelio de san Marcos 12, 38-44...                       

«Jesús enseñaba a la multitud: “Cuí­dense de los escribas, a quienes les gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los banquetes; que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas ora­ciones. Estos serán juzgados con más severidad”. Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia. Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre. Entonces Él llamó a sus discípulos y les dijo: “Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir”».

PALABRA del SEÑOR


Jesús invita a la gente a tener...
cuidado de los escribas. Ellos son los expertos de las obligaciones religiosas, y saben enseñarlas e imponerlas a los demás. Pero Jesús revela lo que son realmente. Movidos por la ambición, “les gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas”, buscan el reconocimiento social y el prestigio en el ámbito religioso y civil, porque quieren “ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los banquetes”. No conocen la enseñanza de Jesús: “El que quiera ser el primero, que se haga el servidor de todos”. Usan la religión con el afán de enriquecerse, explotando las categorías más indefensas de la sociedad: “Devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas ora­ciones”. Jesús se detiene en detalles tan claros y explícitos, que era fácil reconocer a las personas concretas a que él se refería. Viven de la complicidad de los ricos y de los recursos de los pobres. La conclusión es durísima: “Serán juzgados con más severidad”. No hay que dejarse enredar por esos ávidos hipócritas, llenos de codicia y vanidad. Y menos, hay que someterse a ellos.

Y presenta un luminoso...
ejemplo opuesto: “una viuda de condición humilde”. Jesús se fija en la gente que deposita su limosna para el tesoro del templo. Los ricos pueden ser generosos, “daban en abundancia”: apoyan un sistema que los favorece. En cambio, la viuda “colocó dos pequeñas monedas de cobre”. No es nada: no sirven ni para la mantención del templo, ni para la alimentación del personal o para los pobres. Pero Jesús a esa mujer, pobre y viuda, absolutamente insignificante del punto de vista social y religioso del tiempo, la indica como una verdadera maestra para sus discípulos, subrayando que ella “ha puesto más que cualquiera de los otros”. Y lo explica con extrema claridad: “Todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir”. Evidentemente Jesús no está interesado a solicitar la limosna para el templo. Si una enseñanza puede explicar la actitud de la viuda, es la indicación del primer mandamiento, que Jesús había recordado poco antes al escriba que lo había interrogado: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas”. Esto es lo que manifiesta la viuda, ofreciendo las “dos pequeñas monedas”, que son “todo lo que poseía”. No dona lo que le sobra, ni parte de lo que le es estrictamente necesario: se dona a sí misma, dona su vida, “todo lo que tenía para vivir”, en una entrega total en las manos de Dios, poniendo en él toda su confianza. No tiene conocimiento de la ley como los escribas; practica la ley del amor. No conoce a Jesús, pero es reconocida por él.




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LECTIO DOMINGO 04 de NOVIEMBRE

           "TÚ NO ESTAS LEJOS"         



Todos estamos llamados a servir. Unos lo sentimos más que otros. Es muy difícil hacer a un lado ese llamado. Es una fuerza interior más fuerte que nuestra propia voluntad, que nuestro propio razonamiento. Más fuerte que cualquier lógica o desilusión.

Raquel, Estados Unidos

* * *

Creo que las frases de Jesús hablan por sí mismas, pero llama la atención la relación que él establece entre la necesidad de la centralidad de la vida espiritual por encima de la material (amar a Dios) con la forma de hacerlo (a través del amar a los demás). Dios, amor, prójimo, los tres conceptos, parecen abrirnos los ojos en cuanto a la verdadera manera de llegar a Dios y a la plenitud. Es en este mundo y en nuestros prójimos donde y como podemos crecer y encontrar paz. El amor a Dios, sin un receptor real y cercano, es simple sentimiento, sin llegar siquiera a observancia de un mandamiento. Es, en esta relación, que Jesús hace en verdad, un llamado a la acción, a la vida espiritual activa, fuera de la cápsula estrictamente mental o espiritual. Nos muestra que es el mundo real donde debemos crecer espiritualmente, dejando de lado el simple ritualismo o el aislamiento. Podemos y debemos crecer en este mundo material y viendo en "los otros" la verdadera oportunidad de salvación.
Manuel, La Paz – Bolivia


* * *

Para nosotros debería ser el pan de cada día amar a Dios, pero vivimos en la tierra donde la sociedad individualista nos absorbe. Reconocemos a Dios como nuestro Padre para pedirle sólo cosas materiales, incluso a su nombre hacemos bendecir billetes de fantasía para que se hagan realidad. Personalmente no creo que eso sea amor al Padre. Pero el complemento más fuerte está en la segunda parte, parece ser como un examen: ¿podremos amar al prójimo de verdad? Haciendo una partecita de lo que hizo el Samaritano, nos comprometería a seguir a Jesús, pero generalmente estamos muy ocupados en asistir a un templo y encerrarnos en la religiosidad de los ritos, sin ver o sentir la necesidad de los que no tienen un pan o tienen sed de justicia. La enseñanza de Jesús nos acerca más a la construcción de un Reino de justicia y derecho, a través del cumplimiento del amor al Padre, pero paralelamente ser solidarios con el prójimo.

 Francisco, Oruro – Bolivia


* * *

El primer mandamiento es el que encierra todos los demás: "amar a Dios sobre todas las cosas". Cuando yo me sentí amada por mi Padre, es él que me va levantando hacia lo sobrenatural, y comienzo a mirarlo todo desde esa perspectiva, sabiendo siempre que no soy digna de tanto amor que él me dispensa. Soy capaz de amar a Dios con todo mi corazón, y a partir de ese amor, soy capaz de amar a los demás con ese amor que lo encierra todo, reconociendo que todos somos hijos de un mismo Padre; ese amor es el que me hace capaz de hacer todo, por el amor que mi Padre me tiene. En la madurez de mi fe, me he ido dando cuenta que en todos mis procesos, siempre ha estado conmigo, aunque yo no me daba cuenta. En este aprendizaje voy descubriendo cuidado que él me prodiga, para alejarme de las cosas que me pueden contaminar, e ir descubriendo que mi vida debe encausarse a todo aquello que sea para gloria de Dios.

María Teresa, Santiago – Chile
 





 

viernes, 2 de noviembre de 2012

“TÚ NO ESTAS LEJOS”.

Querido/a Amigo/a:
Te envío un breve comentario sobre el evangelio de este domingo:
“TÚ NO ESTAS LEJOS”.
La reflexión, como siempre, es sólo una sugerencia inicial, para que se pueda elaborar un comentario colectivo, con la experiencia y la reflexión de cada uno. Cada uno puede intervenir y aportar, si quiere y cuando quiere, sus opiniones y reflexiones, que luego serán enviadas a todo el grupo.
ABAJO un aporte-retorno sobre el evangelio del domingo pasado:
“QUE YO PUEDA VER”.

                                Un abrazo...  P. Bernardino

                              "TÚ NO ESTAS LEJOS"                       

Muchos intereses y muchas exigencias nos presenta la vida. Pero, ¿qué es lo más importante, que puede armonizar y dar sentido a todo? Recibimos muchas presiones externas, de agentes económicos, culturales, religiosos. ¿Cómo podemos discernir lo que nos sirve más, para nuestra plena realización?

  Leemos en el evangelio de san Marcos 12, 28-34                   

Un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: “¿Cuál es el primero de los mandamientos?”. Jesús respondió: “El primero es: ‘Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas’. El segundo es: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. No hay otro mandamiento más grande que éstos”. El escriba le dijo: “Muy bien, Maestro, tienes razón al decir que hay un solo Dios y no hay otro más que él, y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios”.
Jesús, al ver que había respondido tan acertadamente, le dijo: “Tú no estás lejos del Reino de Dios”. Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

PALABRA del SEÑOR


Un abogado del templo...
de Jerusalén, acostumbrado a las disputas sobre distintos aspectos de la Ley de Moisés, después de escuchar a Jesús, quiere conocer su opinión sobre qué mandamiento él consideraba el más importante. Las opiniones entre los expertos eran diferentes. Jesús le recuerda la vocación original del pueblo de Israel, como se encontraba en el Deuteronomio y se repetía todos los días en la oración: “Escucha Israel”: un pueblo llamado a dar a Dios la prioridad absoluta, a escuchar su voz y obedecer a su palabra: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas”. Volver a centrarse plenamente en Dios, que es vida, plenitud, fecundidad: abrirse a un amor que nos amó primero; una relación con Dios que no nace de la esperanza de conseguir favores o del miedo del juicio y del castigo: “Amarás”.


Con esto, Jesús...
habría contestado a la pregunta del abogado sobre el primer mandamiento. Pero agrega algo que no había sido pedido, un segundo mandamiento: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Para evitar que el cumplimiento del primer mandamiento se redujera a la práctica religiosa y a la solemnidad de los ritos, vaciando el verdadero culto a Dios, Jesús recuerda que el amor a Dios no puede ir separado del amor al prójimo. Y el amor al prójimo tiene una medida: “Como a ti mismo”. Si a Dios hay que amarlo absolutamente y totalmente, al prójimo hay que dedicarle el mismo cuidado y cariño que uno dedica a su propia integridad y a su propia vida. Las energías que se gastan para construir el bienestar propio y de la propia familia, tendrán que ser gastadas también para crear el bienestar de los demás, superando cualquier forma de egoísmo personal o de grupo. El culto a Dios pasa del templo a la vida. Este es el proyecto de Dios ya revelado en el Antiguo Testamento, que el abogado que interrogaba a Jesús reconocía y compartía.


El diálogo podría considerarse...
concluido con común satisfacción. En cambio, Jesús envía a ese hombre un mensaje que podría cambiarle la vida: “Tú no estás lejos del Reino de Dios”. ¿Qué le falta para ingresar a ese Reino de Dios de que habla Jesús? Una sola cosa: seguir a Jesús, hacerse su discípulo y asumir una nueva medida del amor: no solamente amar a los demás “como a sí mismo”, sino amar como Jesús, hasta dar la vida: “Como yo los he amado”.El evangelio de Marcos no nos informa si el abogado percibió y aceptó la delicada invitación indirecta de Jesús. Le interesa la respuesta de la comunidad a esa la invitación.




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LECTIO DOMINGO 28 Octubre


             "QUE YO PUEDA VER"     







La profundidad del mensaje que propone Jesús, tomando como ejemplo a Bartimeo, nos permite reflexionar sobre la ceguera que vive la sociedad actual, que no admite ver el fondo del mensaje de liberación que nos reconocería como cristianos que vivimos para la justicia, la solidaridad y el derecho, sin apego a la idolatría del dinero. Es muy cierto que la barrera que divide a los que tienen todo el poder económico del mundo y son tan pocos, frente los pobres del mundo que son la mayoría, que viven en la marginación, sin acceso al agua, la comida, los servicios básicos, la educación, y muchos derechos que cada día son pisoteados, es la ceguera de muchos gobernantes que prefieren ignorar toda esta realidad y continúan más cerca de la cultura de la muerte que la protección de la vida.

Lamentablemente muchos sacerdotes, obispos, religiosas y religiosos protegen directa o indirectamente estos abismos que en la vida de Jesús han sido criticados, ejemplos: las Bienaventuranzas en el sermón de la montaña, la lectura del joven rico, el servicio del dinero frente a Dios, y muchos otros momentos más; sin embargo estos, con apariencia religiosa que no tiene nada que ver con el evangelio, adulan y protegen a los poderosos.

Francisco, Oruro – Bolivia

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¿Cómo ver la gloria en la humillación del Hijo del hombre, si ni siquiera se puede ver la luz de una vela? Como el ciego, podemos escuchar y hasta gritar, pero reconocer nuestra ceguera, necesitamos dar un salto. Dejar nuestras seguridades, que comparadas con el tesoro o la perla preciosa del evangelio, son un saco de pulgas. Los niños, en sus juegos, cierran los ojos y creen que así nos son vistos. Es verdad que dejan de ver, pero no de ser vistos.

¿Qué quieres de mí? Pregunta Jesús (es la misma pregunta que hace a los Zebedeos). ¿Sé lo que he de pedir? Él conoce muy bien nuestras necesidades, y quiere curarnos. Pero no puede si nosotros mismos no queremos. He ahí la cuestión. ¿Queremos los primeros puestos o queremos ser curados?

En la oración, puedo pedir lo que quiero, pero... ¿quiero lo que pido? Y, ¿cómo puedo quererlo si no puedo verlo o no lo conozco? "El que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida" (Jn 8, 12). La fe comienza con la escucha, pasa a través de la (formación) información y llega a la invocación del Nombre: "Jesús, ten piedad de mí", haz que vea, para poder seguirte.

Joel, Puerto Aysén – Chile

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Verdaderamente iluminador el evangelio, pero también los comentarios que nos hacen reflexionar en uno mismo. ¿De verdad queremos ver para transformar nuestras vidas, para convertirnos en verdaderos discípulos de Jesús? Claramente ese sería nuestro propósito, ¿pero tendremos la valentía de Bartimeo de gritar por la ayuda de Jesús? Yo me cuestiono ambas situaciones, en especial, cuando existe tanta dificultad a nuestro alrededor y en ella muchas veces no vemos la presencia nítida y clara de Jesús. Por ahora seguiré intentando ver a este Señor que puede salvar mi vida.

   Gonzalo, Santiago – Chile
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El texto me permite reflexionar sobre la posturas en nuestro diario vivir. Muchas veces somos Bartimeo, porque estamos esperando que todo se nos dé, sin esforzarnos para alcanzar los objetivos, propósitos y metas ya sean estas individuales o colectivas, como también, nuestra ceguera no nos deja que veamos más allá del medio que nos rodea, por lo tanto, no permite que valoremos todo lo que Dios nos ha dado. Destaco que Bartimeo, al lograr su visión hizo opción por seguir a Jesús, pudiendo no hacerlo. Esa actitud denota que su necesidad de ver no estaba sujeta a un interés personal sino que efectivamente reconoce a Jesús como hijo de Dios.
María Susana, Santiago – Chile


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Las falsas seguridades... saltar al vacío pleno que es el Todo... ¡La única manera!










Isabel, Citybell, La Plata – Argentina



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Me identifico con el ciego Bartimeo. Es un reflejo de mi vida. Cuántas veces caminé por el borde del camino, cuántas veces ando desviada por caminos equivocados, por mi ceguera, cuántas veces me siento triste, envuelta por esa ceguera, sin luz, desanimada o confundida, sin fuerzas, atada a vicios y sujeta a situaciones dolorosas sin ver a Jesús, sin darme cuenta que me ofrece siempre su sanación y vida.

He intentado dejar el manto y lo seguiré haciendo, ese manto de debilidades. Voy a dar el salto enérgico, para desprenderme de mis postraciones, gritando con fuerza y perseverancia a Jesús: ¡Jesús, quiero ver!, y lo seguiré por el camino hasta cuando él quiera.

Silvia, La Paz – Bolivia




 

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