"ÁMENSE LOS UNOS A LOS OTROS"

jueves, 28 de febrero de 2013

"SI NO SE CONVIERTEN"



Querido/a Amigo/a:

Te envío un breve comentario sobre el evangelio de este 3er domingo de CUARESMA:
“SI NO SE CONVIERTEN”.

La reflexión, como siempre, es sólo una sugerencia inicial, para que se pueda elaborar un comentario colectivo, con la experiencia y la reflexión de cada uno. Cada uno puede intervenir y aportar, si quiere y cuando quiere, sus opiniones y reflexiones, que luego serán enviadas a todo el grupo.

Un abrazo...P. Bernardino



            "SI NO SE CONVIERTEN"           

Muchos piensan que las calamidades o los accidentes que se pueden dar en la vida diaria, son enviados por Dios, para castigar las culpas de una persona o de la sociedad que se va alejando de Dios. Jesús nos ofrece otra interpretación.



  Leemos en el evangelio de san Lucas 13, 1-9                       

En cierta ocasión se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios. El les respondió: “¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera. ¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de Siloé, eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera”. Les dijo también esta parábola: “Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Fue a buscar frutos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera y no los encuentro. Córtala, ¿para qué malgastar la tierra?’. Pero él respondió: ‘Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré. Puede ser que así dé frutos en adelante. Sino, la cortarás”.


PALABRA del SEÑOR



Algunas personas informan...
a Jesús sobre un hecho que manifiesta la crueldad de la dominación romana en Palestina: “el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios”. No se sabe con qué intención fueron a comentar el hecho a Jesús, pero en su respuesta se puede suponer que el pensamiento común era que el mal que uno experimenta, tiene que ser la consecuencia de alguna falta, algún pecado, y si el mal le toca a uno y no a otro, significa que él tiene culpas mayores: “¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás?”.

A ese hecho Jesús agrega otro, que muy probablemente podía ser interpretado de la misma manera: “las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de Siloé”.

Jesús aprovecha la oportunidad... 

para entregar una enseñanza fundamental. Los acontecimientos que pueden afectar a una u otra persona, pueden tener distintas causas, naturales o fruto de la voluntad humana. Nunca son un castigo de Dios, o un premio merecido. Lo que importa es que todos necesitamos cambiar la manera de pensar, convertirnos. La palabra “conversión” significa dar otra dirección a la mente. No se trata de pasar de una condición de falta de fe, a una actitud de fe en Dios. Jesús pide mucho más. Hay que definirse frente a él. Es necesario asumir su propuesta, seguir su camino de servicio, de solidaridad, de igualdad y justicia, de amor. Seguir otro camino, el proyecto del Adversario, que es “mentiroso y homicida desde el principio”, significa echar a perder la vida: “si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera”. El salvar o perder la vida, será el fruto de la opción que cada uno hace frente al proyecto de vida que Jesús ofrece.



Los acontecimientos de la historia...

buenos o malos, no indican la medida del favor de Dios, pero pueden ayudar a tomar conciencia de que Dios en miles de formas llama a cada persona a la conversión, a cambiar mente y corazón y seguir a Jesús.Con una breve parábola Jesús aclara la urgencia de la conversión, y al mismo tiempo la paciencia de Dios: “Un hombre tenía una higuera plantada en su viña”. Pero la higuera no dio fruto. “¡Córtala!”, es la orden del dueño al viñador. “Déjala todavía este año”, es la súplica del viñador. La conversión es urgente, la higuera que no da fruto está por ser cortada. El tiempo que Dios todavía nos concede es para remover la tierra y abonarla, para cambiar mente. Sino, es una vida sin sentido, perdida.



PARTICIPA CON TUS COMENTARIOS A...
BernardinoZanella...bernardino.zanella@gmail.com

GustavoLlerena...gusosm@yahoo.es




jueves, 7 de febrero de 2013

“ECHEN LAS REDES”

Querid@ Amig@:

Te envío un breve comentario sobre el evangelio de este domingo: “ECHEN LAS REDES”.

La reflexión, como siempre, es sólo una sugerencia inicial, para que se pueda elaborar un comentario colectivo, con la experiencia y la reflexión de cada uno. Cada uno puede intervenir y aportar, si quiere y cuando quiere, sus opiniones y reflexiones, que luego serán enviadas a todo el grupo.
Abajo, un aporte-retorno sobre el evangelio del domingo pasado: 
“EN SU TIERRA”.
Un abrazo... P. Bernardino



                                  "ECHEN LAS REDES"                      


Atrevernos a vencer la repetitividad y la rutina, aunque nazcan de la experiencia y de la sabiduría, puede permitirnos descubrir caminos nuevos y abrirnos a lo imprevisible y a lo inesperado.

Leemos en el evangelio de san Lucas 5, 1-11:
«En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y Él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: “Navega mar adentro, y echen las redes”. Simón le respondió: “Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si Tú lo dices, echaré las redes”. Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: “Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador”. El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón.
Pero Jesús dijo a Simón: “No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres”. Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron».


PALABRA de DIOS














Después del discurso en la sinagoga de Nazaret, en que presentó su proyecto, Jesús comienza a desarrollar su actividad misionera en Galilea. “En una oportunidad”, frente a la gran cantidad de gente que ansía “escuchar la Palabra de Dios” de su boca, él pide el auxilio de una barca de pescadores, para poder hablar desde el lago a la multitud que estaba en la orilla.

Pero no basta la barca. Para su misión necesita también el auxilio de los pescadores. Y los convoca a través de un signo muy significativo. Le pide a Simón, el propietario de la barca: “Navega mar adentro, y echen las redes”. Simón, justo volvía de una noche de trabajo sin sacar nada.

Para Lucas es la noche oscura de la frustración, de la soledad, el desánimo y el cansancio, de la ineficacia de tantas luchas, de la impotencia frente a la opresión, de la gran Ausencia.

Habría sido lógico que Simón se negara a la invitación de Jesús. En cambio, prevalece la confianza sobre la experiencia: “Si Tú lo dices, echaré las redes”. Se anima ir “mar adentro”, lejos de la orilla y del puerto seguro, renunciando al tranquilo y merecido descanso.

El resultado es extraordinario: “Sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse”.

No basta ni la barca, ni el trabajo sólo de Simón. Hace falta invitar a más personas, llamar “a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos”.

La invitación a la pesca “mar adentro” había sido sólo un pretexto, para invitar a comprometerse en otra pesca, cuyo éxito era anunciado por la cantidad de peces recogidos: “De ahora en adelante serás pescador de hombres”, para liberarlos de toda forma de opresión y esclavitud y para que vivan plenamente.

Simón se reconoce “pecador” frente a Jesús. Pero no importa. La abundancia de la pesca no dependerá de él, sino de la presencia del Señor: “No temas”.La respuesta es radical: “Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron”. Juntos, dan su total adhesión a Jesús, formando una primera comunidad de discípulos y colaboradores. Pero hay una decisión previa: “Abandonándolo todo”. Hace falta romper con el pasado, con todo lo que ata y da seguridad. La única certeza será él, y la confianza en la misión a la que él los llama.


PARTICIPA CON TUS COMENTARIOS A...


                             Bernardino Zanella...  bernardino.zanella@gmail.com


                              Gustavo Llerena...      gusosm@yahoo.es


 DOMINGO 03 de FEBRERO                                                   


El Evangelio de este domingo nos hace ver la experiencia triste que tuvo Jesús al ver el cuestionamiento de su propia gente, que no logran reconocer en El al Mesías. Jesús no pudo hacer ahí ningún milagro porque le faltaba la fe de su gente. Y mirando la historia, podemos reconocer muchos profetas que luchando por la justicia, por los pobres, por los marginados, no solamente vivieron la falta de reconocimiento en su tierra, sino que sufrieron persecución de aquellos que provocan las injusticias y en ocasiones también de sus más cercanos. Con este episodio de la vida de Jesús, recuerdo varios mártires en América Latina y también en Chile. Se me vienen a al mente varios, pero solo quisiera destacar uno: Monseñor Romero, quien luchó por poner a su Iglesia al servicio de los pobres. Lo acusaron de revolucionario marxista, cuando nunca fue violento. De las calumnias, pasaron a amenazas de muerte, hasta que fue asesinado mientras celebraba la Misa en una capilla. Esto me ayuda a pensar que si nosotros y nosotras nos decidimos a proteger al más débil, a ayudar al más desvalido, tenemos que estar preparados para recibir el menosprecio, la persecución de los más cercanos, incluso de nuestros familiares y amigos. También en ocasiones, la persecución de la misma Iglesia. Sabemos de varios casos en que se ha “echado” de la Parroquia o de una diócesis a personas inocentes, solo por que tal vez "le hace sombra" a alguna autoridad del lugar o por defender los derechos de los más humildes. Por lo menos que no nos sorprenda desprevenidos, significa que estamos en el camino de Jesús. Con todo caminamos con esperanza, siempre la verdad sale a la luz, porque entre las luces y sombras de nuestras familias, sociedad, Iglesia, va caminando con nosotros el Mesías, Jesús de Nazaret.   
Mónica, El Abrazo de Maipú – Chile



viernes, 1 de febrero de 2013

"EN SU TIERRA"

Querid@ Amigo@:

Volvemos con el BLOGGER "LECTIO DIVINA" OSM - SMA 2013. Te envío un breve comentario sobre el evangelio de este domingo:
“EN SU TIERRA”.
La reflexión, como siempre, es sólo una sugerencia inicial, para que se pueda elaborar un comentario colectivo, con la experiencia y la reflexión de cada uno. Cada uno puede intervenir y aportar, si quiere y cuando quiere, sus opiniones y reflexiones, que luego serán enviadas a todo el grupo.
El próximo envio incluye las reflexiones del domingo anterior, esperamos tus COMENTARIOS SEMANALES.

Un abrazo... P.Bernardino


                                    "EN SU TIERRA"                          

Muchas instituciones nacen con la finalidad de ofrecer un servicio específico a la sociedad, pero luego, con el paso del tiempo, se consolidan, y de a poco toda la atención y la energía se vuelcan hacia la continuidad y el fortalecimiento de la misma institución, hasta el punto que se hace central, y la finalidad original para la cual había nacido, desaparece o se debilita, o es claramente excluida. ¡Cuántos movimientos de renovación se han convertido en movimientos fuertemente conservadores! Esto le puede pasar a las organizaciones civiles y también a las religiosas.


Leemos en el evangelio de san Lucas 4, 21-30:
Después que Jesús predicó en la sinagoga de Nazaret, todos daban testimonio de Él y estaban llenos de asombro por las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: “¿No es éste el hijo de José?”. Pero Él les respondió: “Sin duda ustedes me citarán el refrán: Médico, sánate a ti mismo. Realiza también aquí, en tu patria, todo lo que hemos oído que sucedió en Cafarnaúm”. Después agregó: “Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó todo el país. Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón. También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán, el sirio”.

Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino.

 
                                   PALABRA de DIOS

 

Los oyentes de Jesús...
en la Sinagoga de Nazaret, son todas personas piadosas, que participan en las reuniones del día sábado, tienen un buen conocimiento de las Escrituras, y se dan cuenta en seguida que el joven Jesús, que había tomado la palabra para leer y comentar un texto del profeta Isaías, lo había modificado. La referencia a Isaías era muy actual, porque los pobres, los cautivos, los ciegos, los oprimidos de que hablaba el profeta, todavía representaban simbólicamente las condiciones del pueblo, dominado por el poder político y religioso. Pero no pueden aceptar absolutamente la visión universal que Jesús propone, reconociendo igualdad, participación y justicia para todos los pueblos. Quieren venganza contra los enemigos. Y se preguntan: al final, ¿quién es él, para presentarse como el que cumple la profecía de Isaías y pretende extender a todos el “año de gracia”, la condonación de las deudas? La pregunta que se hacen: “¿No es éste el hijo de José?”, no quiere simplemente reconducirlo a la pobreza económica y cultural de sus orígenes, sino encasillarlo dentro de una tradición patriarcal, donde el padre es el que transmite la identidad, el reconocimiento social, la cultura, los bienes. Jesús se estaba saliendo de su lugar, de la pertenencia a su familia, de la continuidad de la experiencia paterna.


Jesús interpreta los...
pensamientos de todos. Sin duda piensan que si se puede hacer algo extraordinario, que se comience por su propio pueblo: “Realiza también aquí, en tu patria, todo lo que hemos oído que sucedió en Cafarnaúm”. Lucas sabe en realidad que Jesús ya había estado en Cafarnaúm, antes de llegar de regreso a Nazaret, pero adelanta este discurso antes de narrar los acontecimientos de Cafarnaúm, porque le interesaba presentar primero desde Nazaret el programa de toda la actividad de Jesús. Y es un programa que manifiesta la apertura universal de la misericordia de Dios, a pesar de la actitud intolerante de los conciudadanos de Jesús, frente a la cual él constata amargamente: “Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra”. Justo “los suyos” lo rechazan, como habían rechazado y perseguido a muchos otros profetas anteriores. Y recuerda dos hechos conocidos, que demuestran la predilección de Dios para con los pueblos paganos: una mujer viuda, de Sarepta, para la cual el profeta Elías había multiplicado la harina y el aceite, y resucitado al hijo; y Naamán, hombre de Siria, que el profeta Eliseo había sanado de la lepra.

La reacción es violentísima:
“Todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo”. No ha llegado todavía “la hora” de su muerte. Es sólo el anuncio, inmediatamente después del primer discurso público de Jesús. Por ahora se salva, y puede continuar “su camino”. Pero ya se sabe adónde ese camino lo llevará.


PARTICIPA CON TUS COMENTARIOS A...
                             Bernardino Zanella  bernardino.zanella@gmail.com
                              Gustavo Llerena      gusosm@yahoo.es
              



EL VIVE 2014


HorariOSM.....................MARCA TU PAIS