"ÁMENSE LOS UNOS A LOS OTROS"

sábado, 8 de octubre de 2011

"Inviten a TODOS los que encuentren"
















Querido/a Amigo/a:

Envío el breve comentario sobre el evangelio de este domingo:
Inviten a todos los que encuentren”.
Como siempre, es sólo una sugerencia inicial, para que se pueda elaborar un comentario colectivo, con la experiencia y la reflexión de cada uno. Cada uno puede intervenir y aportar, si quiere y cuando quiere, sus opiniones y reflexiones, que luego serán enviadas a todo el grupo.
Más abajo leerás un aporte-retorno sobre
"La Virgen del Rosario"


         Un abrazo.... Bernardino Zanella.

        "Inviten a todos los que encuentren"     

Vamos hacia la celebración...
de los cincuenta años del inicio del Concilio Vaticano II. Entre los grandes documentos del Concilio, hay uno, el más breve, que ha pasado casi desapercibido para muchos, y en cambio manifiesta una de las novedades más significativas: la nueva orientación de la Iglesia para con las religiones no cristianas. Se trata de la Declaración conciliar que en latín tiene como título: “Nostra aetate”. En ella se dice que “la iglesia católica no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de verdadero y santo”, porque “no pocas veces reflejan un destello de aquella verdad que ilumina a todos los hombres”.


                          
 Con esta orientación, podemos entender mejor el siguiente texto... 
Evangelio de san Mateo 22, 1-14:
Lecturas Domingo 28º del Tiempo Ordinario - Ciclo A     
Domingo 09 de Octubre
Jesús habló en parábolas...
a los sumos sacerdotes y a los fariseos, diciendo: > El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo. Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados, pero éstos se negaron a ir.
De nuevo envió a otros servidores con el encargo de decir a los invitados: «Mi banquete está preparado; ya han sido matados mis temeros y mis mejores animales, y todo está a punto: Vengan a las bodas». Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio; y los demás se apoderaron de los servidores, los maltrataron y los mataron.
Al enterarse, el rey se indignó y envió a sus tropas para que acabaran con aquellos homicidas e incendiaran su ciudad. Luego dijo a sus servidores: «El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él. Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren».



Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados.
Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta. «Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?». El otro permaneció en silencio. Entonces el rey dijo a los guardias: «Atenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes». Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos.


El Reino de Dios...
comparado con la celebración de un banquete de boda del hijo de un rey. Está claro que el rey representa a Dios, y el hijo del rey a Jesús. Los primeros convidados al banquete, las autoridades religiosas de Israel, rechazan la invitación: interesadas en sus propiedades y sus negocios, persiguen a los mensajeros del rey y se condenan a la exclusión. No se dan cuenta de lo que se pierden: la riqueza del banquete y la participación en la boda, la alegría de ser parte de la alianza con Dios.
Mateo presenta detalladamente el destino de estos primeros invitados, porque la comunidad en cualquier momento puede ser tentada de tener las mismas actitudes, y se expondrá a las mismas consecuencias: “los invitados no eran dignos de él”.
La invitación entonces se hace universal: “Inviten a todos los que encuentren”, todos invitados, sin discriminación de raza, condición o creencia. Caen todas las barreras. La primera carta a Timoteo con otras palabras dice lo mismo: “Dios quiere que todos los hombres se salven”. Esta es la vocación radical de cada ser humano, llamado a reproducir la “imagen de Dios”, antes y más allá de la pertenencia a cualquier religión y cultura. “Con la encarnación, el Hijo de Dios se ha unido de alguna manera a cada hombre”, dice el Concilio. Las consecuencias de este texto del evangelio, releído desde el Concilio, son extraordinarias: el banquete del Reino para todos, “buenos y malos”, como el sol es para todos, como la lluvia para todos.
Las religiones...
pueden ayudar a tomar conciencia colectiva de esta condición humana. La Carta a los Hebreos, una de las Cartas del Nuevo Testamento que en el pasado era atribuida a San Pablo, nos recuerda: “En múltiples ocasiones y de muchas maneras Dios habló antiguamente a nuestros padres”. La preocupación del autor es la de ayudar a su comunidad a valorar el diálogo de Dios con su pueblo, a través de los siglos, y a reconocer que ese diálogo encuentra su plenitud definitiva en Jesús, el Hijo, la Palabra de Dios hecha carne. La Carta habla de los “padres” de la Antigua Alianza, del pueblo de Israel. Pero la tradición patrística y recientemente el concilio Vaticano II nos han enseñado a reconocer las “semillas” del Verbo y del evangelio en la experiencia religiosa de todos los pueblos. Esto significa que Dios ha hablado también a “nuestros padres”, los padres de los pueblos de América Latina, los padres de los pueblos de Bolivia. Sin duda se trata de una revelación parcial e incompleta, como parcial e incompleta ha sido también la revelación del Antiguo Testamento. Sólo en Cristo todos los pueblos encuentran la máxima revelación sobre Dios y sobre el mismo hombre.
Nuestro desafío ahora es asumir la historia antigua del pueblo de Israel como preparación y profecía de Cristo. Y la misma actitud tenemos que tener para con la historia de nuestros pueblos, preparación y profecía del evangelio. Sólo una mirada llena de respeto y cariño puede ayudarnos a descubrir las huellas de Dios, que ya había caminado por estas tierras antes de cualquier misionero, en la experiencia religiosa de estos pueblos, invitándolos de distintas formas al banquete del Reino de Dios.
La segunda parte de la parábola del evangelio, del comensal que no tiene “el traje de fiesta”, es propia de Mateo, que quiere exhortar a su comunidad no sólo a la adhesión de fe, sino también a una coherencia de vida en el seguimiento de Jesús, porque “hay más llamados que escogidos”.



                                                          





TUS COMENTARIOS
SON VALIOSOS COMPARTELOS
en los siguientes e-mails
                                           



  Comentario  DEL VIERNES... VIRGEN del ROSARIO              OSM  2011    




La Virgen del Rosario ha estado presente en mi vida, desde que tengo uso de razón, porque mi mamá era muy devota de Ella y todo lo que tenemos es gracias a Ella. Incluso cuando yo no podía tener hijos, le pidió a Ella, que quedara embarazada, cuando los médicos veían la única posibilidad con inseminación artificial. Me regaló 3 hijos, engendrados en forma normal.
La Virgen es una persona que actúa calladamente, en el silencio. Es la mano invisible que me protege y me guía. Al entrar en los misterios del Santo Rosario, es una transformación imperceptible que me va alejando de la vida del mundo, para mirar la vida desde otra perspectiva.
María Teresa, Santiago – Chile

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL VIVE 2014


HorariOSM.....................MARCA TU PAIS