GRACIAS POR TUS ORACIONES
Envio un breve comentario sobre el EVANGELIO del Bautismo de JESUS:
"EL MAS FUERTE"
Como siempre, es sólo una sugerencia inicial, para que se pueda elaborar un comentario colectivo, con la experiencia y reflexión de cada uno/a.
Sepuede intervenir y aportar, si quiere y cuando quiere con sus opiniones, que luego serán enviadas a todo el grupo.
Abajo un aporte-retorno del evangelio de la Noche Buena
"Compartir la experiancia de DIOS".
Un Abrazo
P. BERNARDINO
"EL MAS FUERTE"
La competencia entre poderosos se manifiesta a menudo en todos los niveles: interpersonal, familiar, político, económico, eclesiástico, cultural, social, etc. Cada uno siente la necesidad de afirmar su poder. En realidad, cuando nos dejamos llevar por el instinto de dominar sobre los demás, no somos capaces de dominarnos a nosotros mismos.
Juan Bautista nos orienta, con su actitud y su enseñanza.
Leemos en el Evangelio de san Marcos 1, 7-11:
Leemos en el Evangelio de san Marcos 1, 7-11:
Juan Bautista predicaba, diciendo:
«Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero El los bautizará con el Espíritu Santo».
En aquellos días. Jesús llegó desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y al salir del agua, vio que los cielos se abrían y que el Espíritu Santo descendía sobre él como una paloma; y una voz desde el cielo dijo: «Tú eres mi Hijo muy querido, en ti tengo puesta toda mi predilección».
Juan Bautista tiene la apariencia...
de un hombre fuerte y vigoroso. Desde el desierto hace una propuesta espiritual totalmente innovadora: exige a toda la gente un cambio de conducta y la confesión de los pecados. Como signo de esta renovación, él ofrece el bautismo, la inmersión en las aguas del río Jordán.
Juan Bautista tiene la apariencia...
de un hombre fuerte y vigoroso. Desde el desierto hace una propuesta espiritual totalmente innovadora: exige a toda la gente un cambio de conducta y la confesión de los pecados. Como signo de esta renovación, él ofrece el bautismo, la inmersión en las aguas del río Jordán.
Pero anuncia que detrás de él llega uno...
que es más fuerte que él, Jesús, que ofrecerá un bautismo diferente, “con el Espíritu Santo”. No hay competencia de poder entre Juan Bautista y Jesús. Simplemente el Bautista lo reconoce como más fuerte, “más poderoso”, y manifiesta cuál es la naturaleza y la fuente de su poder, que transmite a través de su nuevo bautismo: el Espíritu Santo, la fuerza y la vida de Dios.
que es más fuerte que él, Jesús, que ofrecerá un bautismo diferente, “con el Espíritu Santo”. No hay competencia de poder entre Juan Bautista y Jesús. Simplemente el Bautista lo reconoce como más fuerte, “más poderoso”, y manifiesta cuál es la naturaleza y la fuente de su poder, que transmite a través de su nuevo bautismo: el Espíritu Santo, la fuerza y la vida de Dios.
Mientras Jesús se somete...
al bautismo de Juan, se revela cuál es la verdadera misión de Jesús mismo. Los cielos se abren y el Espíritu desciende “sobre él como una paloma”. No más un cielo enemigo y cerrado, como después de la caída del primer Adán, sino un cielo abierto, en comunión con el hombre. Y de nuevo el símbolo de la paloma, que aleteaba sobre el caos de los orígenes en la primera creación, ahora signo de una humanidad reconciliada en Jesús, nuevamente animada por el Espíritu de Dios.
al bautismo de Juan, se revela cuál es la verdadera misión de Jesús mismo. Los cielos se abren y el Espíritu desciende “sobre él como una paloma”. No más un cielo enemigo y cerrado, como después de la caída del primer Adán, sino un cielo abierto, en comunión con el hombre. Y de nuevo el símbolo de la paloma, que aleteaba sobre el caos de los orígenes en la primera creación, ahora signo de una humanidad reconciliada en Jesús, nuevamente animada por el Espíritu de Dios.
La voz del cielo manifiesta claramente el destino de Jesús: es el “Hijo muy querido”, el siervo del Señor del que habló el profeta Isaías, que va a asumir sobre sí el sufrimiento del pueblo, ofreciendo su vida. No es el Mesías fuerte y triunfador. Es el Mesías fuerte en el amor, hasta el extremo. Y los que serán bautizados en él, con el Espíritu, asumirán el mismo compromiso y participarán de la misma fuerza. Serán, también ellos, hijos muy queridos.
Juan Bautista es el “precursor”. No llama la atención sobre sí. Indica al que viene “detrás de él”. Con el lenguaje familiar de los profetas, recuerda la antigua alianza, en que Dios hizo un pacto conyugal con su pueblo. Ahora es Jesús que sellará una nueva alianza con la humanidad. Y Juan sabe bien que éste es el derecho de Jesús, el más fuerte, un derecho conquistado con el don de su vida. Refiriéndose a la praxis de desatar las sandalias al hombre que perdía el derecho de casarse con la viuda del hermano para dar descendencia al difunto, Juan quiere indicar que él no puede quitarle a Jesús el derecho de realizar un pacto conyugal con la nueva humanidad: él es el esposo, “y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias.
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COMENTARIOS DEL DOMINGO PASADO
Me impresiona la humildad de Nuestra Señora, su entrega en silencio, totalmente abandonada en las manos del Padre, aceptando su voluntad, sin entender mucho.
Y más me impresiona la humildad de nuestro Padre Dios, quien se manifestó a los más pobres entre los pobres, a través de su hijo Jesucristo, naciendo pobremente en un pesebre, un Dios que podría haber llegado con grandes manifestaciones de gloria, el es Dios, lo podría haber hecho, y sin embargo, negó su propia gloria, para que nosotros lo amaramos por ser un Padre amoroso, y misericordioso, respetando nuestra decisión de amarlo.
Pero nosotros, los seres humanos, que creemos en Dios, tampoco entendemos mucho, y no somos capaces de guardar silencio como nuestra Madre, meditar y guardarlo en nuestro corazón. Nos cuestionamos todo, le pedimos a nuestro Padre cuenta de todo, nos quejamos de todo, y realmente no sabemos lo que es la verdadera humildad.
Nosotros, como Iglesia, debemos ser como esa primera manifestación de Dios, humildes y misericordiosos como el Padre, aceptando y respetando su voluntad de verdad. No lo hemos hecho, por eso estamos donde estamos. El recibir y aceptar con humildad la voluntad del Padre, como lo hizo María, es lo que nos llevará a una verdadera conversión y por lo tanto a un verdadero cambio de vida, para poder anunciar con nuestra propia vida la llegada de nuestro Salvador al resto del mundo.
Lorena, Santiago – Chile
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El evangelio lo encuentro muy entusiasmante y cuestionador con respecto a cómo me motiva a mí, lo que me dice Dios a través de su Palabra. Sí, es Él, él mismo que nos habla y nos dice maravillas, pero se quedan encerradas, en vez de salir y contar lo que he oído de Jesús, lo que me ha hablado. Los pastores fueron valientes y su alegría les desbordó. Qué lejos estoy. La Buena Noticia tendría que brotar, desbordar. Pero no hay que ser tan negativa. Creo que en cierto modo alabo y glorifico a Dios por lo que me permite descubrirle y sentirle tan cerca y dentro de mí y de mis hermanos, sobre todo de los más sencillos y menos cuestionadores, los menos burocráticos, legalistas y normativos.
La escuela de la Virgen María es siempre enriquecedora y ella me ayuda a guardar tantas cosa lindas que suceden a mi alrededor.
Hilda, Llo Lleo – Chile
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El compromiso de comprender el nacimiento de Jesús está relacionado con la primera etapa que se llama adviento, a la que no se le da mucha o ninguna importancia. Luego, cuando se presenta públicamente al niño, los primeros que lo conocen son los pastores, y ellos como representantes de los pobres del mundo se alegran porque saben que ha llegado la hora de un cambio. Ellos esperan que la corrupción de Herodes, de los romanos, de los sacerdotes y fariseos termine de una vez, se alegran y vencen a los medios de comunicación de esa época que quieren matar al niño porque han leído las escrituras y saben que les hará sombra en sus vidas. Hoy, cuando somos parte de los que debemos difundir el mensaje de la buena nueva, a veces tenemos miedo de decir “somos cristianos”, porque los modelos han cambiado, ya no queremos ser cristianos de sacristía, como decían los obispos en Medellín. No es justo ver tanta pobreza en Latinoamérica y decir que somos cristianos sin hacer nada, por lo tanto es hora de cambiar.
Francisco, Oruro – Bolivia
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Me surge la inquietud de buscar hoy cómo ser testigo de lo que hemos visto y oído, a ejemplo de los pastores, en medio de esta cultura y sociedad actual en que nos quedamos con las imágenes, con las experiencias, más que con las palabras. Creo que puede ser una tremenda oportunidad. Nunca antes la ciudadanía había necesitado menos a los medios de comunicación, porque hoy, gracias a la tecnología, todos estamos informados y todos somos comunicadores.
En Koinomadelfia vemos que la gente que nos visita necesita poca información. Lo que buscan es tener una experiencia de cercanía con los niños. Se quedan con las imágenes, con los vínculos, y desde ahí se comprometen profundamente. Hoy la gente no aguanta respuestas, liderazgos, ni medios tradicionales. Hoy los movimientos sociales a nivel mundial nos lo gritan. Tenemos que buscar comunicar y dar testimonio de manera creativa, promoviendo experiencias no tradicionales, con pocas palabras, con signos y símbolos que lleguen al corazón, que toquen la vida.
Mónica, El Abrazo de Maipú – Chile
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Levantemos a la verdadera Luz,* a la Luz eterna, principio de todas las cosas el himno de nuestra gratitud.
Tú eres la Luz intacta, la Luz incontaminada,* che genera los universos.
Tú eres la Luz de cada ser que viene a la existencia,* la íntima luz de cada uno de nosotros.
Tú eres el Único, el Primero u el Último,* el que abre y cierra las puertas de la vida.
El que manda a la muerte,* que llena de flores de vida los caminos de la muerte.
Queremos sentirte siempre cerca,* en cada paso, en cada instante.
Enciende en nosotros la llama del Conocimiento,* la alegría de tu Luz.
A Ti confiamos nuestra voluntad,* en tus manos confiamos le nuestras obras.
Delante de Ti ponemos el corazón de nuestra consciencia:* la sed de bienaventuranza.
Acógelo como signo de Amor,* como suprema entrega de nosotros a Ti.
O Amante de los hombres,* o Amigo de toda criatura.
Guíanos más allá del océano de la muerte,* al puerto de la verdadera vida.
P. Giovanni, enviado por Elena, Bergamo – Italia
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