H I M N O JMJ Rio 2013
Participan Martín Valverde, Hna. Glenda, Luis Enrique Ascoy,
Alfareros, Daniel Poli, Sandra Salas, Ziza Fernandes, etc...
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Querido/a Amigo/a:
Te envío un breve comentario sobre el evangelio de este domingo:
“SEÑOR ENSÉÑANOS A ORAR”.
La reflexión, como siempre, es sólo una sugerencia inicial, para que se pueda elaborar un comentario colectivo, con la experiencia y la reflexión de cada uno. Cada uno puede intervenir y aportar, si quiere y cuando quiere, sus opiniones y reflexiones, que luego serán enviadas a todo el grupo.
Abajo un aporte-retorno sobre el evangelio del domingo pasado:
“LA MEJOR PARTE”.Un abrazo... Bernardino
" SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR "
La imagen de Dios que muchos tienen, es la de un ser todopoderoso, que favorece a los que le alaban, y concede según su discrecionalidad los dones que desean a los que se los piden con humildad y perseverancia.
En cambio, leemos en el Evangelio de san Lucas 11, 1-13.
Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos”. El les dijo entonces: “Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquéllos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación”.
Jesús agregó: “Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: «Amigo, préstame tres panes, porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle», y desde adentro él le responde: «No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos». Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario. También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá. ¿Hay entre ustedes algún padre que da a su hijo una serpiente cuando le pide un pescado? ¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquéllos que se lo pidan!”.
PALABRA del SEÑOR.
Una de las enseñanzas extraordinarias que Jesús ...
ofrece en el viaje con sus discípulos hacia Jerusalén, es la forma de orar. Según el evangelio de san Lucas, Jesús enseña la oración como una experiencia que él mismo realiza muchas veces, en los momentos más importantes de su actividad misionera, y que transmite a los discípulos como expresión original que los identifica y los distingue de los discípulos de otros maestros espirituales. Enseña una actitud profunda, un proyecto de vida, no una simple fórmula.
En el evangelio de san Mateo la oración del “Padrenuestro” es más amplia. En Lucas es breve y esencial. Probablemente traduce con mayor fidelidad las palabras mismas de Jesús.
La primera parte, referida a Dios...
pide que “sea santificado” el nombre de Dios y que venga su Reino. El nombre de Dios, y Dios mismo, serán conocidos y bendecidos entre todos los pueblos en la medida en que los discípulos de Jesús sean testigos fieles de su amor y ternura, y que más allá de las limitaciones de ellos, Dios mismo revele su paternidad misericordiosa a toda la humanidad. E invocar la venida del Reino no será una manera para someterse a una dominación, sino la actitud con que el discípulo se dispone a cambiar su vida según el proyecto del Reino y a trabajar para que ese Reino de justicia y de paz se extienda en el mundo, y para reconocerlo en la multiplicidad de las formas en que se manifiesta en las distintas culturas.
La segunda parte de la oración,
referida a la comunidad, pide el pan: “Danos cada día nuestro pan cotidiano”. Que a nadie le falte el pan, y nadie tenga demasiado. Es el pan para una vida digna, de los bienes de la creación compartidos, y el pan que es Jesús, el pan de su palabra y de la eucaristía.
Pedir perdón y ofrecerlo es la forma más alta de confianza y de amor, la característica que hace a los hijos más parecidos al Padre de la misericordia: “Perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquéllos que nos ofenden”.
Es difícil vivir siempre como hijos de Dios,
reconciliados y en paz. Se oponen la fragilidad humana, la fatiga de la perseverancia, la hostilidad que puede venir de los mismos hermanos o de los que se oponen al Reino de Dios. Son pruebas a las que hay que resistir. También Jesús fue sometido a pruebas y tentaciones. Ha podido vencer confiando en el Padre. La misma confianza podrán tener todos sus hijos: “No nos dejes caer en la tentación”.La perseverancia en la oración no tiene la finalidad de presionar y convencer al Padre para que, “a causa de su insistencia”, conceda sus favores a sus hijos: “El Padre de ustedes sabe lo que necesitan antes de que se lo pidan”. La oración perseverante: “pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá”, no pretende modificar el corazón del Padre, que ya está totalmente dispuesto en favor de sus hijos, los ama de un amor infinito y precede todas sus peticiones. La oración irá modificando el corazón del orante, lo dispone a recibir el don de Dios y lo hace entrar siempre más en sintonía con el corazón del Padre, hasta llegar a tener los mismos pensamientos y sentimientos del hijo Jesús. Por eso, el fruto de la oración no será conseguir algún beneficio particular, sino el don del Espíritu: “El Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquéllos que se lo pidan”. Con ese don del Espíritu, con esa energía divina, lograremos realizar nuestra vocación de hijos e hijas, y podremos invocar con toda confianza a Dios como Padre.
Bernardino Zanella bernardino.zanella@gmail.com
Gustavo M. Llerena gusosm@yahoo.es
"LA MEJOR PARTE"
No podía pasar sin comentar este pasaje del evangelio. Me gusta tanto María, me siento tremendamente identificada, de verdad que ella se lleva la mejor parte. Vivimos en momentos en que no nos escuchamos, ni siquiera al interior de nuestras familias, la sociedad toda. La fuente de las peleas de la sociedad, los políticos, se encuentra en esta gran incomunicación. Debemos trabajar para volver a escucharnos, reencontrarnos sin célulares, computadores, mp3, etc.
Margarita, Coyhaique – Chile
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Me imagino siendo Marta, porque uno está apegado a lo terrenal, y no es capaz de mirar más allá. Ahora entiendo que María es la que fue privilegiada sin saberlo, escuchó la palabra del mismo Dios, estuvo al lado del maestro que no estaría aquí por mucho tiempo, entonces fue una discípula, más.hermosa experiencia, que nos enseña el valor de la escucha de la palabra, que es lo esencial para la salvación: conocer a través de la palabra de Jesús a nuestro padre Dios, tan amoroso y acogedor como lo fue Jesús con María en esta lectura.
Sandra, Coyhaique – Chile
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He tenido unos dias más atareados que los habituales, en que he sido Marta, poniendo en el primer lugar cosas que sí son importantes, pero no lo más importante en mi vida. Pero también he podido calmar mis momentos, gracias a la confianza que tengo en Jesús, y estaba segura que todo saldría bien, con su ayuda. Y que si no era lo que yo esperaba, también estaba dispuesta a aceptar lo que El tuviera dispuesto para mi tía, y para todo mi nucleo familiar.
Espero poder seguir el camino elegido por María y estar siempre atenta a la Palabra, a lo que me está diciendo diariamente, y por supuesto ponerla en práctica. Sólo pido al Señor que aumente mi fe, mi paciencia y mi caridad, y repetirle como siempre: Señor, aquí estoy para hacer tu voluntad.
Espero poder seguir el camino elegido por María y estar siempre atenta a la Palabra, a lo que me está diciendo diariamente, y por supuesto ponerla en práctica. Sólo pido al Señor que aumente mi fe, mi paciencia y mi caridad, y repetirle como siempre: Señor, aquí estoy para hacer tu voluntad.
Rebeca, Santiago – Chile
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Con respecto a la Palabra, hubieron dos frases que hicieron eco en mí: "María sentada a los pies del Señor" y "Ha elegido la mejor parte".
Como seguidora de Jesús, debo primero que nada sentarme a escucharlo. Sin esto, imposible actuar. Podré realizar mucho, pero si no lo he escuchado primeramente a él podré fallar o hacerlo muy interesadamente; el estar a los pies me hace pensar en la actitud de humildad, no olvidar que él es el Señor, el Maestro y yo su seguidora.
Lo bueno de acoger su Palabra, es que por más que realicemos muchas actividades, no nos será quitado el gusto de escucharlo y de estar con él.
Creo que nuestra iglesia ha dejado de estar a los pies del Maestro, se ha volcado en estructuras, se ha sentido poderosa, con prestigio y se quedó sólo en cumplir con lo estipulado, con "la ley", y dejó de escucharlo sentada a sus pies, con humildad.
Confío y pido a Dios que pueda darnos la gracia de su Espíritu, para que podamos ser verdaderos seguidores de su Hijo, el cual nos dio un testimonio salvaje de coherencia de vida en todo lo que predicaba. Sólo así podremos decir que somos sus discípulos y no sólo de labios, decir que creemos en Dios. Se notará que hemos elegido la mejor parte.
Como seguidora de Jesús, debo primero que nada sentarme a escucharlo. Sin esto, imposible actuar. Podré realizar mucho, pero si no lo he escuchado primeramente a él podré fallar o hacerlo muy interesadamente; el estar a los pies me hace pensar en la actitud de humildad, no olvidar que él es el Señor, el Maestro y yo su seguidora.
Lo bueno de acoger su Palabra, es que por más que realicemos muchas actividades, no nos será quitado el gusto de escucharlo y de estar con él.
Creo que nuestra iglesia ha dejado de estar a los pies del Maestro, se ha volcado en estructuras, se ha sentido poderosa, con prestigio y se quedó sólo en cumplir con lo estipulado, con "la ley", y dejó de escucharlo sentada a sus pies, con humildad.
Confío y pido a Dios que pueda darnos la gracia de su Espíritu, para que podamos ser verdaderos seguidores de su Hijo, el cual nos dio un testimonio salvaje de coherencia de vida en todo lo que predicaba. Sólo así podremos decir que somos sus discípulos y no sólo de labios, decir que creemos en Dios. Se notará que hemos elegido la mejor parte.
Hilda, Roma – Italia
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En el evangelio nuevamente Jesús hace mención a la participación de la mujer en su proceso de proclamar un mensaje de liberación. Por supuesto que la mujer es parte importante de las propuestas que va comunicando y practicando. Lamentablemente por siglos y siglos en diferentes culturas, la mujer ha sido excluida de muchas tareas que han sido escondidas para ella y sólo otorgadas a los varones, y por medio de estas actitudes del machismo se han creado condiciones de dominación a través de la explotación sexual, el acoso en diferentes formas y las actitudes de violencia en todos los ámbitos de la sociedad. Gran parte de estas actitudes discriminadoras desde la época del oscurantismo de la edad media realiza la iglesia católica, que no permite a la mujer ejercer un sacerdocio pleno al que todos los humanos estaríamos habilitados. En el evangelio Jesús da una propuesta que debería ser practicada, no sólo proclamada en una homilía.
Francisco, Potosí – Bolivia
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¡Los deberes! Los deberes nos han hecho perder el corazón de la religión, de la contemplación, de la pacificación, de la búsqueda de la Verdad. Hemos dejado de ver el bosque para ver sólo el árbol. Cumplir para ganar, cumplir para ser mejor que otro o mejor que mi mismo inclusive, el perfeccionamiento a través del "hacer". En todos los órdenes: familiar, profesional, laboral, social. La mente super estimulada nos ha llevado a esto, y el rezo, la común-unión, la espiritualidad no tienen que ver con esto. Nadie se recibirá de nada por hacer más. Y no es que no haya que cumplir con determinadas responsabilidades, eso claro, hay que hacerlo. Pero eso no es la garantía de nada sino hay Amor. Todo puede ser hecho con el único objetivo de que seamos reconocidos por alguien o por algo. Cuando sientes el roce de la Verdad, la quietud y el silencio, la meditación y la oración es lo único necesario para impregnarse de ese roce. Y María estaba nada menos que sentada con la Verdad, frente a ella, que le recordó como un espejo que todos somos parte de ello. Y se sentó a embeberse..., a sentirlo, a embelesarse, a contemplarlo y escucharlo.
Isabel, City Bell – Argentina
En el evangelio nuevamente Jesús hace mención a la participación de la mujer en su proceso de proclamar un mensaje de liberación. Por supuesto que la mujer es parte importante de las propuestas que va comunicando y practicando. Lamentablemente por siglos y siglos en diferentes culturas, la mujer ha sido excluida de muchas tareas que han sido escondidas para ella y sólo otorgadas a los varones, y por medio de estas actitudes del machismo se han creado condiciones de dominación a través de la explotación sexual, el acoso en diferentes formas y las actitudes de violencia en todos los ámbitos de la sociedad. Gran parte de estas actitudes discriminadoras desde la época del oscurantismo de la edad media realiza la iglesia católica, que no permite a la mujer ejercer un sacerdocio pleno al que todos los humanos estaríamos habilitados. En el evangelio Jesús da una propuesta que debería ser practicada, no sólo proclamada en una homilía.
Francisco, Potosí – Bolivia
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¡Los deberes! Los deberes nos han hecho perder el corazón de la religión, de la contemplación, de la pacificación, de la búsqueda de la Verdad. Hemos dejado de ver el bosque para ver sólo el árbol. Cumplir para ganar, cumplir para ser mejor que otro o mejor que mi mismo inclusive, el perfeccionamiento a través del "hacer". En todos los órdenes: familiar, profesional, laboral, social. La mente super estimulada nos ha llevado a esto, y el rezo, la común-unión, la espiritualidad no tienen que ver con esto. Nadie se recibirá de nada por hacer más. Y no es que no haya que cumplir con determinadas responsabilidades, eso claro, hay que hacerlo. Pero eso no es la garantía de nada sino hay Amor. Todo puede ser hecho con el único objetivo de que seamos reconocidos por alguien o por algo. Cuando sientes el roce de la Verdad, la quietud y el silencio, la meditación y la oración es lo único necesario para impregnarse de ese roce. Y María estaba nada menos que sentada con la Verdad, frente a ella, que le recordó como un espejo que todos somos parte de ello. Y se sentó a embeberse..., a sentirlo, a embelesarse, a contemplarlo y escucharlo.
Isabel, City Bell – Argentina