Te envío un breve comentario sobre el evangelio de este domingo:
“TE FALTA UNA COSA”.
La reflexión, como siempre, es sólo una sugerencia inicial, para que se pueda elaborar un comentario colectivo, con la experiencia y la reflexión de cada uno. Cada uno puede intervenir y aportar, si quiere y cuando quiere, sus opiniones y reflexiones, que luego serán enviadas a todo el grupo.En el archivo adjunto, un aporte-retorno sobre el evangelio del domingo pasado:
La reflexión, como siempre, es sólo una sugerencia inicial, para que se pueda elaborar un comentario colectivo, con la experiencia y la reflexión de cada uno. Cada uno puede intervenir y aportar, si quiere y cuando quiere, sus opiniones y reflexiones, que luego serán enviadas a todo el grupo.En el archivo adjunto, un aporte-retorno sobre el evangelio del domingo pasado:
“ VARÓN & MUJER”.
Jesús se puso en camino. Un hombre corrió hacia El y, arrodillándose, le preguntó: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?”. Jesús le dijo: “¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre”. El hombre le respondió: “Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud”.
Jesús lo miró con amor y le dijo: “Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme”. El, al oír estas palabras, se entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes.
Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: “¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!” Los discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús continuó diciendo: “Hijos míos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios”.
Los discípulos se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros: “Entonces, ¿quién podrá salvarse?”. Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: “Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para El todo es posible”. Pedro le dijo: “Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”. Jesús respondió: “Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia, desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y campos, en medio de las persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la vida eterna”.
Un abrazo. P Bernardino
"TE FALTA UNA COSA”.
El tema de la economía es hoy día siempre más central en el debate político y en las preocupaciones de la sociedad. Los distintos intereses en conflicto impiden encontrar soluciones que tengan en cuenta las necesidades de todos. El evangelio no propone un modelo, pero ofrece una inspiración que tendría que orientar todas las relaciones humanas, incuso las económicas.
Leemos en el evangelio de san Marcos 10, 17-30: Jesús se puso en camino. Un hombre corrió hacia El y, arrodillándose, le preguntó: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?”. Jesús le dijo: “¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre”. El hombre le respondió: “Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud”.
Jesús lo miró con amor y le dijo: “Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme”. El, al oír estas palabras, se entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes.
Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: “¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!” Los discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús continuó diciendo: “Hijos míos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios”.
Los discípulos se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros: “Entonces, ¿quién podrá salvarse?”. Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: “Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para El todo es posible”. Pedro le dijo: “Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”. Jesús respondió: “Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia, desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y campos, en medio de las persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la vida eterna”.
PALABRA del SEÑOR.
El evangelio de Marcos...
anota atentamente que “Jesús se puso en camino”. Quiere que comprendamos qué significa caminar con él, ser sus discípulos, y cuáles obstáculos pueden dificultar o impedir su seguimiento. Es posible ser fieles cumplidores de los mandamientos, sin ser discípulos de Jesús. Es lo que se constata en el hombre que le preguntó a Jesús qué debía hacer “para heredar la vida eterna”. Se trata de una persona recta, que busca algo más para su vida, la certeza de una vida plena y definitiva, más allá de la muerte, y cree que Jesús pueda indicarle el camino.
Orientándolo hacia el cumplimiento de los...
mandamientos, Jesús le recuerda sólo los mandamientos que se relacionan con el prójimo, como camino abierto a cualquier forma de religiosidad. Y frente a la declaración que era un camino que ese hombre había recorrido desde siempre, Jesús lo mira “con amor”, lo hace destinatario de una invitación extraordinaria: adherirse al proyecto del Reino de Dios y hacerse discípulo de Jesús: “Ven y sígueme”. Esto es lo que le “falta”. Pero esto será posible sólo “después”. Para seguir de verdad a Jesús en el camino que lo llevará a la entrega de la vida, ese hombre tendrá que dar un paso previo: “Ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres”. Debe liberarse de su individualismo, que tal vez está detrás de la misma búsqueda de “la vida eterna”, desprenderse de sus bienes, que son la base de su seguridad, y transformarlos en instrumento de solidaridad, igualdad y justicia, compartir lo que tiene y lo que es. Su seguridad será otra, será Dios: “tendrás un tesoro en el cielo”. Esta es la condición que Jesús pone a los que quieren ponerse en camino con él, ser sus seguidores.
El hombre no se atreve a dar el paso que Jesús le propone: “se entristeció y se fue apenado”. No puede lanzarse al seguimiento de Jesús, porque está atado: “poseía muchos bienes”, que le quitan la libertad, y no podrán compensar la tristeza de su vida.
En un sistema religioso en que sólo...
los ricos estaban en condición de cumplir con todas las exigencias de las normas rituales, y en que la abundancia de los bienes era considerada como manifestación de las bendiciones de Dios, Jesús sorprende a sus discípulos con una afirmación increíble: “¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!”. Los ricos de bienes materiales, o los que no son “pobres de corazón” aunque no posean concretamente muchos bienes, están dedicados a sus propios intereses y muy difícilmente podrán desprenderse de la seguridad que los bienes parecen ofrecerles, para asumir el proyecto del Reino de Dios. Es bien elocuente la paradoja: “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios”.
No se puede captar plenamente el sentido de la pregunta de los discípulos: “Entonces, ¿quién podrá salvarse?”. Podría significar que no les parece posible sobrevivir, sin la seguridad que pueden dar los bienes materiales; o la conciencia que el camino del desprendimiento y de la conversión es demasiado difícil.
La respuesta de Jesús:
“Para los hombres es imposible, pero no para Dios”, no reenvía a una intervención milagrosa de Dios, sino a la eficacia de la acogida del Reino de Dios, que transforma el corazón del hombre y lo hace capaz de trabajar para la creación de una sociedad justa, solidaria, feliz.A Pedro y a sus compañeros, y al que “haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos” para seguirlo, Jesús promete “la vida eterna” para “el mundo futuro”. Y ya “desde ahora, en este mundo”, a pesar de “las persecuciones”, podrán gozar de la alegría de una comunidad que será su verdadera familia, que Dios, el Padre, ama y cuida.
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LECTIO DOMINGO 07 DE OCTUBRE
VARÓN & MUJER
Los fariseos, considerado un grupo de exagerada religiosidad, además con un tremendo poder económico y social, plantean a Jesús, como en otras oportunidades, una pregunta que supone una trampa y es para enfrentarlo con el pueblo: le muestran como referente una ley antigua de los tiempos de Moisés, cuando seguramente en ese contexto cultural y social la mujer era discriminada y considerada lo último en la escala social. Ciertamente en esa sociedad patriarcal y machista no existían como en nuestros días propuestas para la igualdad entre varón y mujer.
Para reflexionar y aplicar una buena enseñanza a nuestros días, debemos considerar el tema del divorcio desde una óptica muy amplia. Es necesario reflexionar sobre las condiciones sociales del siglo XXI, donde los medios de comunicación: TV, radio, periódicos y revistas transmiten muchos antivalores que son la causa de divorcios en todas las edades y estratos sociales. Otra principal causa es el machismo acentuado, que felizmente está siendo neutralizado con leyes en diferentes países para la igualdad de derechos en todos los ámbitos.
El compromiso de “amarse y respetarse por toda la vida, en una alianza definitiva”, es quebrado por la dureza de corazón de los hombres a que se refiere Jesús.
Francisco, Oruro – Bolivia
Para reflexionar y aplicar una buena enseñanza a nuestros días, debemos considerar el tema del divorcio desde una óptica muy amplia. Es necesario reflexionar sobre las condiciones sociales del siglo XXI, donde los medios de comunicación: TV, radio, periódicos y revistas transmiten muchos antivalores que son la causa de divorcios en todas las edades y estratos sociales. Otra principal causa es el machismo acentuado, que felizmente está siendo neutralizado con leyes en diferentes países para la igualdad de derechos en todos los ámbitos.
El compromiso de “amarse y respetarse por toda la vida, en una alianza definitiva”, es quebrado por la dureza de corazón de los hombres a que se refiere Jesús.
Francisco, Oruro – Bolivia
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El matrimonio es un sacramento muy importante, y a la vez un compromiso con tu esposa, ya que una vez casado la tienes que respetar, quererla, pensar que son uno solo, como dice el evangelio, una sola carne, ya que de una costilla mía se creó mi esposa, y esa es la confirmación de que somos uno. Desde que uno se casa, tu familia, que normalmente eran tu papá, tu mamá y tus hermanos, ahora pasan a un segundo plano ya que tu familia ahora es tu esposa y tus hijos. El matrimonio tiene que ser para toda la vida, pero, ¡cuanto cuesta!, porque somos inmaduros. A veces nos casamos sin la maduración adecuada y muchos matrimonios fracasan, o crecemos y maduramos dentro del matrimonio. Con el Señor a tu lado, todos los problemas que se suscitan en el matrimonio se superan.
Fernando Marcelo, Oruro – Bolivia
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En relación al texto, discrepo en algo, y me acongoja, porque me siento como rechazando lo dicho por Jesús. Cuando se señala: "La unión del varón y la mujer nace de un amor que es más grande que el amor para con los padres, que constituye la primera experiencia fundamental del ser humano", me parece que esta afirmación no puede ser absoluta. Muchísimas uniones surgen de la necesidad social de legitimar un embarazo, de la conveniencia económica, de la locura fruto de la atracción sexual, etc. Sí, en algunos casos existe ese amor, mas el número de divorcios – en Bolivia se ha señalado en la prensa nacional que uno de cada dos matrimonios termina en divorcio – establece que algo no está muy bien. Por ello reconozco que lo que Dios une, el hombre no puede separarlo, mas, afirmar que la unión sea siempre fruto de un amor muy grande…
Iván , Oruro – Bolivia
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Cuando caminamos según el mundo y todo lo que el nos ofrece, no somos capaces de mirar el bien común de todos, sobre todo en la familia, sino sólo lo que a mí me atañe y mis sentidos me van entregando, todo lo que es apetecible y agradable, y le voy dando todo el placer que requiere mi cuerpo, porque siempre me estoy mirando a mí mismo.
El Señor me enseña otro camino, muy diferente, el que tuvo que recorrer María con José y Jesús. María guarda silencio en su concepción, pero Dios enmienda y penetra en el corazón de José, porque ella vive en completa comunicación en la oración y aceptación de la voluntad de Dios y no de sí misma. María, en toda su vida va pasando por todos los dolores, en los cuales nos vemos enfrentados de una u otra manera. En los momentos de mayor violencia hacia su hijo, guarda silencio y ora. La oración es la fuerza que nos llega del cielo para seguir adelante y aprender a aceptar la voluntad de Dios en nuestras vidas, a reconocer que somos limitados y que nada podemos por nosotros mismos, y aprender a confiar en nuestro Padre, que todo es para bien de los que lo aman y todo ante él tiene una razón de ser. Sólo el amor que le tengamos al Señor hará que podamos ceder a muchas cosas, entregándolas a él en reparación de todas las veces que le hemos ofendido con nuestras actitudes.
María Teresa, Santiago – Chile
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