"ÁMENSE LOS UNOS A LOS OTROS"

viernes, 28 de junio de 2013

“TE SEGUIRÉ A DONDE VAYAS”.

Querido/a Amigo/a:

Te envío un breve comentario sobre el evangelio de este domingo: 

“TE SEGUIRÉ A DONDE VAYAS”.
La reflexión, como siempre, es sólo una sugerencia inicial, para que se pueda elaborar un comentario colectivo, con la experiencia y la reflexión de cada uno. Cada uno puede intervenir y aportar, si quiere y cuando quiere, sus opiniones y reflexiones, que luego serán enviadas a todo el grupo.
ABAJO un aporte-retorno sobre el evangelio del domingo pasado: 
“CONDENADO A MUERTE”.

Un abrazo P. Bernardino



                 “TE SEGUIRÉ A DONDE VAYAS”.                 


La sociedad de hoy está experimentando cambios muy rápidos, no sólo a nivel tecnológico, sino también a nivel de cultura y de costumbres. Pero los cambios verdaderos, que alcanzan la estructura más profunda del ser humano, son muy lentos, a pesar de las apariencias. También la conversión no es fácil.

    Leemos en el evangelio de san Lucas 9, 51-62          



Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén y envió mensajeros delante de Él. Ellos partieron y entraron en un pueblo de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén. Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: “Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?” Pero él se dio vuelta y los reprendió. Y se fueron a otro pueblo.

Mientras iban caminando, alguien le dijo a Jesús: “¡Te seguiré adonde vayas!” Jesús le respondió: “Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza”. Y dijo a otro: “Sígueme”. Él respondió: “Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre”. Pero Jesús le respondió: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el Reino de Dios”. Otro le dijo: “Te seguiré, Señor, pero permíteme antes despedirme de los míos”. Jesús le respondió: “El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios”.

PALABRA de DIOS


JESÚS concluye su actividad Misionera en Galilea... 
Percibe que su propuesta de un proyecto nuevo de vida y de sociedad, que él anuncia como “Reino de Dios”, va encontrando siempre mayor resistencia, y la incomprensión de sus mismos discípulos. Ya se proyecta en su horizonte la sombra de la cruz: “estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo”. Entonces decide de enfrentarse firmemente con el centro de la oposición religiosa, el santuario del poder, representado por la ciudad de Jerusalén: “se encaminó decididamente hacia Jerusalén”. Será un camino largo, según el evangelio de Lucas, durante el cual Jesús entrega muchas enseñanzas, para indicar qué significa caminar con él como discípulos, compartiendo su misión y su mismo destino.Tiene que pasar por Samaría, región entre Galilea y Judea, y envía mensajeros para preparar el alojamiento en el pueblo adonde iba a llegar.

Los samaritanos de ese pueblo no lo reciben...

No quieren colaborar con un grupo que parece dirigirse a Jerusalén con un proyecto mesiánico, para conquistar el poder y luego dominar todo el país. Son muy celosos de su autonomía, siempre en conflicto con la capital. En la visión de Lucas, representan también a todos los que se oponen al mensaje de Jesús, incapaces de acogida y escucha.




La reacción de los discípulos Santiago y Juan...
dos hermanos violentos y ansiosos de poder, deseosos de ocupar los primeros puestos al lado de Jesús, es de la misma naturaleza: al rechazo de los samaritanos quieren responder quemando el pueblito: “Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?”. Para ellos, Jesús no puede ser inferior al profeta Elías, que hizo bajar fuego del cielo, que quemó el novillo de la ofrenda, y a los oficiales de Ocozías, rey de Samaría, con sus soldados. Es la lógica de la venganza y del castigo, del poder contra otro poder. No es la lógica de la tolerancia y la misericordia, del servicio y del perdón que Jesús va enseñando: no caminan con Jesús, aunque estén con él físicamente.




Jesús responde duramente...
como lo hacía con los demonios: “Él se dio vuelta y los reprendió”. Y simplemente cambia itinerario: “se fueron a otro pueblo”. Habrá otro lugar que le dará hospitalidad, otras personas que le acogerán.Entre los mismos samaritanos aparecen nuevos discípulos, a los cuales Jesús manifiesta las condiciones para caminar con él.

Un primero le promete: 
“¡Te seguiré adonde vayas!”. Frente a tanto entusiasmo, Jesús le aclara la condición de precariedad y fatiga que comporta esa opción: “Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza”.
Jesús mismo invita a un segundo: 
“Sígueme”. Pero a él le cuesta liberarse de la identidad cultural y religiosa que representa el padre. Es un mundo de muertos, mientras que Jesús le ofrece un camino de vida: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el Reino de Dios”.

Seguir a Jesús exige determinación y perseverancia. Ni la familia y los afectos pueden constituir una dificultad o un obstáculo para el discípulo: “El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios”. Es la respuesta de Jesús a otro discípulo que todavía no es capaz de hacer como los primeros que Jesús llamó desde la actividad de la pesca en el mar de Galilea: “Inmediatamente, dejándolo todo, lo siguieron”.De estas vocaciones, que van descubriendo con fatiga las exigencias del discipulado, nacen los nuevos evangelizadores que Jesús enviará para la grande misión a los pueblos.







Bernardino Zanella           bernardino.zanella@gmail.com
Gustavo M. Llerena           gusosm@yahoo.es  

   LECTIO DOMINGO 23 de Junio   

    “CONDENADO A MUERTE”.       

Cambiaría la pregunta: ¿Quién soy yo para El? Porqué semejante Espíritu, que pasó todas las pruebas del hijo del hombre, cargó su cruz y sólo dio y devolvió Amor en el reino de los hombres, debería yo ponerlo dentro de mi pequeña, testaruda, confusa y condicionada mente? Cualquier opinión sería sólo un juicio. Así es que me declaro sin palabras frente a la Luz.

 
    Isabel, City Bell, Argentina 

* * * 

El contexto en que se encuentra Jesús es muy importante, teniendo en cuenta que es una evaluación, tal vez la primera en que hace a sus discípulos y discípulas esta pregunta: “Pero ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”. Las respuestas son variadas, interpretando la magnitud de la enseñanza que dejaba.

Y en nuestro siglo XXI deberíamos trasladar esta pregunta a quienes pensamos decirnos católicos o cristianos. Lamentablemente a lo largo de varios siglos, principalmente en la edad media, la manipulación nos ha hecho ver a un Jesús siempre triste, sin ningún atisbo de sonrisa o alegría. En esas condiciones no es posible entender la importancia de sus enseñanzas, la profundidad del cambio que nos pide: En este mundo donde impera el egoísmo, la ambición de poder, donde la cultura de la muerte está predominando en muchos lugares del mundo, es muy difícil aceptar esa propuesta, teniendo en cuenta que a lo largo de los últimos 2000 años, la justicia, la solidaridad, la liberación de las estructuras de odio y muerte, son difíciles de practicar por esta sociedad que ha elegido el dinero antes que a Dios.

Para mí, Jesús es el hijo de Dios hecho hombre y que ha nos ha dejado una difícil tarea: cambiar la realidad del mundo.


 
    Francisco, Potosí – Bolivia 

* * *

¿Quién es Jesús para mí? Jesús es el Hijo de Dios a quién envió para mi salvación. Él me liberó, me salvó, me levantó y devolvió mi dignidad. Es mi todo. Sin Él no soy nadie, todo lo que tengo y todo lo que soy se lo debo, vivo agradeciéndole cada instante de mi vida. Desde el encuentro con Él, mi Dios, mi vida es plena. Me enseñó el amor al prójimo, el perdón y la esperanza.


 
    Silvia, Oruro – Bolivia







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